¿Cómo se usan los medicamentos en el tratamiento de la drogadicción?
¿Cómo se usan los medicamentos en el tratamiento de la drogadicción?
Los medicamentos se pueden utilizar para manejar los síntomas de abstinencia, prevenir una recaída y tratar las condiciones co-ocurrentes.
- Las sustancias opioides: La metadona (Dolophine®,Methadose®), la buprenorfina (Suboxone®, Subutex®, Probuphine®) y la naltrexona (Vivitrol®) son usadas para el tratamiento de la adicción a los opioides. Los medicamentos actúan sobre los mismos receptores en el cerebro que la heroína y la morfina, la metadona y la buprenorfina reducen los síntomas de abstinencia y alivian los antojos. La naltrexona bloquea los efectos de los opioides en sus receptores cerebrales y solamente debe de ser usada en pacientes que ya han sido desintoxicados. Todos los medicamentos ayudan a los pacientes a reducir la búsqueda de la droga u otros comportamientos criminales, y los hacen más receptivos a los tratamientos conductuales.
El tabaco: Las terapias de reemplazo de la nicotina adoptan diferentes formas que se pueden obtener sin prescripción médica, incluyendo los parches, el spray, el chicle y las pastillas. La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (The U.S. Food and Drug Administration—FDA) ha aprobado dos medicamentos de prescripción para tratar la adicción a la nicotina: el bupropion (Zyban®) y la vareniclina (Chantix®). Estos medicamentos trabajan de forma diferente en el cerebro, pero ambos ayudan a prevenir la recaída en las personas que buscan dejar el tabaquismo. Los medicamentos son más efectivos cuando son combinados con terapias conductuales, como terapias individuales o de grupo, así como líneas directas de ayuda telefónica para dejar la nicotina.
El alcohol: Existen tres medicamentos que han sido aprobados por la FDA para el tratamiento de la adicción al alcohol y un cuarto medicamento, el topiramato, ha demostrado resultados positivos en los estudios clínicos. Los tres medicamentos aprobados son los que siguen:
La naltrexona bloquea los receptores de opioides que participan en los efectos gratificantes del consumo del alcohol y en el deseo de beber. Reduce la recaída al abuso del alcohol y es muy eficaz en algunos pacientes. Las diferencias genéticas pueden afectar como el medicamento trabaja en algunos pacientes.
El acamprosato (Campral®) puede reducir los síntomas de la abstinencia prolongada, tales como el insomnio, la ansiedad, la intranquilidad y la disforia (sentimientos de infelicidad e incomodidad). Puede ser más eficaz en pacientes con adicción severa.
El disulfiram (Antabuse®) interfiere con la degradación del alcohol. El acetaldehído se acumula en el cuerpo, produciendo reacciones desagradables que incluyen rubor (calentura y rojez de la cara), náuseas y palpitaciones irregulares si el paciente consume alcohol. El cumplimiento (tomar la droga como esta prescrita) al tratamiento puede ser un problema, pero puede ayudar a los pacientes que están motivados a dejar de consumir alcohol.
- Las condiciones co-ocurrentes: Existen otros medicamentos que están disponibles para tratar trastornos mentales, tal como la depresión y la ansiedad, que pueden contribuir a la adicción de las personas.
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